¿Por qué elegir telas con agentes antipilling?

Cuando uno elige la ropa de cama, busca conseguir un confort especial. Ya sea para potenciar la comodidad del hogar, o para garantizar a los huéspedes una experiencia de calidad en las habitaciones de nuestro hotel, es importante elegir las telas correctas.

Sin embargo, como consecuencia del uso y los lavados, algunos tejidos comienzan a presentar problemas como el pilling. Esto afecta directamente a su apariencia y vida útil.

¿Qué es el pilling en las telas?

El pilling es el resultado del desgaste natural de las fibras de la tela. Las fibras se rompen y se agrupan en la superficie de la misma en forma de pequeñas bolitas. Cuando esto sucede, el tejido adquiere un aspecto descuidado y desgastado, además de perder suavidad.

¿Cómo prevenir el pilling?

La mejor forma de evitar la formación de pelotitas en la tela, es adquirir directamente productos de telas con agentes antipilling. Esta puede ser una característica de la misma fibra, o una modificación durante el proceso de fabricación, dónde se le da un tratamiento químico al tejido para incorporar estos agentes a su composición.

En Liliana San Miguel contamos con frazadas fabricadas en polar importado anti-pilling, especiales para hoteles.

¿Por qué elegir frazadas con telas anti-pilling?

Aunque parezca solo un detalle, la importancia de elegir este tipo de telas es mayor de lo que se cree. Estas son algunas de las razones:

• Mayor durabilidad: prevenir la formación de bolitas en su superficie, mantendrá durante más tiempo algunas características de la tela como la suavidad y el buen aspecto. De esta manera, no será necesario cambiarlas tan rápidamente.
• No requieren tanto cuidado: la presencia de agentes antipilling nos permitirá lavar con más frecuencia y almacenar con mayor facilidad las frazadas, sin que esto repercuta en la formación de bolitas.
• Aspecto visual: una tela sin pilling logra un aspecto más suave, nuevo y uniforme, lo cual es fundamental para la experiencia de los huéspedes.

En conclusión, la calidad de la ropa de cama repercute directamente en la experiencia de un huésped, desde un color blanco impoluto en las sábanas hasta una frazada con polar suave y sin pelotitas en su superficie. Por eso, es un aspecto que no podés descuidar si te encargás de administrar un hotel.

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